domingo, 22 de abril de 2012

Real Oviedo-Real Madrid Castilla


REAL OVIEDO: Lledó, Juanma, Pelayo, Sanz, Martins, Owona (Pascual, min. 71), Teo, O. Martínez (Busto, min. 47), Nano, Juanpa y Álvaro.


0-RM CASTILLA: Jesús, Carvajal, Casado (Lucas, min. 82), Mendes, Iván González, Mandi, Juanfran, Alex Fernández (Omar, min. 78), Morata, Mosquera (Denis, min. 61) y Jesé.

GOLES

1-0: Ó. Martínez (min. 34)


El Oviedo se impuso al líder, Castilla, por 1-0, gracias a un gol de Óscar Martínez y vuelve a estar a un punto del Tenerife, rival del próximo domingo, para entrar en la fase de ascenso. Los de Pacheta fueron el equipo sólido de los partidos importantes y apenas pasaron por apuros, pese a que en la segunda mitad los madrileños lo intentaron.

El Oviedo impuso su juego desde el inicio. Los de Pacheta presionaban desde arriba y ganaban los balones largos que volvían a ser su principal argumento. El Castilla no tuvo el balón y no pudo combinar en ninguna zona del campo, con lo que su juego no existió y el control del partido fue de los azules.
Especialmente acertado estuvo Nano, que por la izquierda fue una auténtica pesadilla para los madrileños.
La presión del Oviedo era incesante y efectiva y los robos de balón en los intentos de salir jugando del Castilla se sucedían. Fruto de ese trabajo llegó el gol para los azules. Óscar Martínez presionó a Iván González, que trató de ceder al portero, pero lo que hizo fue dejar el balón al gallego que encaró a Jesús y le batió con un sutil toque por arriba.
El susto para el Oviedo llegó a un minuto para el descanso. Martins se fue por la derecha y centró al área, donde Óscar Martínez esperaba para el remate. Sin embargo, se adelantó Carvajal para despejar y el delantero gallego sufrió una distensión en la zona isquiotibial izquierda, por lo que tuvo que ser sustituido por Manu Busto.
En la reanudación el Oviedo pagó el esfuerzo de la primera mitad y el conjunto madrileño ganó presencia en el campo contrario, comenzando los apuros del Oviedo.
Pacheta se vio obligado a realizar el segundo cambio por lesión, ya que Owona hubo de abandonar el terreno de juego para dar entrada a Pascual.

El Oviedo tiró de oficio en los minutos finales e impidió que apenas se jugase, pese a que en los compases finales jugó con uno menos por la expulsión de Álvaro.




El Carlos Tartiere acogía un emocionante duelo entre el líder y el quinto en la tabla, el Oviedo, conjunto que tenía claro que la victoria ante el Castilla era vital para ellos si querían hacerse un hueco en los playoff de ascenso. Por esa razón saltó desde el primer minuto al campo con un ritmo frenético en busca de los tres puntos. El primero en avisar fue Nano en el 3’ con un disparo que se marchó rozando el larguero. Y dos minutos después Pelayo probaría fortuna con un remate que se marchó a la derecha del marco defendido por Jesús. 

Los blancos acusaban la presión de los asturianos y tenían dificultades para llegar al área rival. Los locales continuaban apretando y buscaban con ahínco el 1-0. Martins lo tuvo cerca en el 24’, pero su lanzamiento no encontró las redes. Pero tras varios avisos el Oviedo se adelantó por medio de Óscar que aprovechó un error en la defensa blanca, batiendo al meta Jesús. A los visitantes les tocaba sobreponerse y neutralizar el tanto asturiano.  Los locales seguían buscando algo que pudo lograr Óscar de nuevo en el 44’, con un remate desde dentro del área que se fue desviado por poco.

Tras el paso por los vestuarios, el Castilla comenzó a poseer más el balón y a acercarse más al área rival. Morata en el 57’ pudo empatar el encuentro de cabeza, pero su disparo acabó en las manos de Lledó. Los minutos corrían y al Castilla le tocaba remar a contracorriente para no dejar escapar los tres puntos en Oviedo. Y Jesé gozó de la mejor ocasión para lograrlo con un potente disparo por la banda izquierda que despejó Lledó con la mano en el 70’. Para entonces, el Lugo estaba cayendo en su casa ante el Rayo B lo que le daba a los de Toril el campeonato, pero aún así el filial quería buscar, como mínimo, la igualada. 

En el 88’ los locales se quedaban en inferioridad numérica tras la expuslión de Álvaro por doble amarilla. Pero al Castilla le faltó tiempo. El Castilla perdía en Carlos Tartiere pero volvía a Madrid con sabor a victoria por lograr proclamarse matemáticamente campeones de su grupo a falta de tres jornadas para el final de la competición y poder cantar el alirón siete años después. Una posición que les permite cierta licencia para soñar con el ascenso.




FOTOGRAFIAS: JONÁS SÁNCHEZ